Gelatina de menta
Esto es lo que haremos el día de hoy. Gelatina de menta.
Un postre dulce y fresco, perfecto para días calurosos de verano.
Vamos a comenzar poniendo 50 gramos de hojas de menta a hervir en un litro y medio de agua caliente. Una vez que haya hervido, vamos a sacar la olla del fuego y vamos a dejar a las hojas descansar por quince minutos en el agua caliente para que el sabor quede bien impregnado en el agua.
Luego vamos a colar bien todas las hojas y restos de estas que hayan quedado en la olla, y vamos a volver a dejar el agua de menta en el fuego bajo una vez más, esta vez agregandole aproximadamente 85 gramos de azúcar, aunque pueden agregarle más o menos a gusto suyo, y unas cucharadas de jugo de limón, también a gusto. A esto lo vamos a mezclar hasta que se disuelva bien. Mientras mezclamos, vamos a agregar un par de gotas de colorante azúl hasta conseguir la tonalidad que deseemos para nuestra gelatina.
Mientras el agua sigue caliente vamos a agregar un paquete de gelatina sin sabor y vamos a mezclar bien hasta que se disuelva todo. Una vez hecho esto, van a elegir sus moldes de preferencia y vamos a verter nuestra gelatina en ellos. Luego, a nuestros moldes los dejaremos en la heladera por aproximadamente de seis a ocho horas, o en todo caso, hasta que la gelatina esté hecha.
Nosotros decidimos desmoldar nuestra gelatina, por lo que cuando estuvo lista, pusimos los moldes en agua caliente por unos segundos para que se derrita un poco la gelatina y podamos sacarla del molde con facilidad.
¡Y así de fácil es hacer la gelatina de menta!
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